La marca:  GABOARDI,   estuvo registrada durante más de 50 años, a nombre del pirata.  (Nos reservamos el nombre porque ya tuvo bastante castigo a su temeridad).

La empresa: GABOARDI maderera de Brasil,  cuando quiso exportar sus productos -dígase fósforos o cerillas, entre otros- a Uruguay, se encontró con que esta marca estaba a nombre de una competidora suya, sin que su Agente previo le hubiera puesto sobre aviso.

Por cuanto consultó varias empresas del ramo, quienes les dijeron que era imposible, tras tantos años de registro con sus renovaciones, obtener la misma, por cuanto sólo le quedaba pagar licencia de uso.

No conforme, siguió averiguando, hasta que un conocido le dijo que hablara con Medina, ya que según el dicho:  «Si no la gana él no la gana nadie»,  le informaría si tuviera alguna chance.

Medina tomó el caso,  consiguió pruebas de personas que llevaban el apellido, de ventas de todo tipo de cerillas en ese lapso y demás, y  finalmente, por poco dinero, obtuvo éxito:  La Propiedad Industrial resolvió revocar la resolución que había dado al pirata por 50 años y restituirle la marca al verdadero propietario.

Nunca nadie había obtenido éxito con una marca tan antigua vigente y en uso, por cuanto GABOARDI se sacó la lotería -como tantos otros clientes de Uruguay y el mundo- gracias a poner toda su confianza en Medinamarcas,  que cumplió su palabra de ganar el. caso contra todos los vaticinios de los demás.